Proclamado por los rotativos como el enfant terrible británico de esta primera década del siglo XXI, Pete Doherty demostró su valía tanto como compositor de himnos musicales en The Libertines y en su segundo proyecto Babyshambles (“Can’t Stand Me Now” o “Fuck Forever” llevan camino de convertirse en historia), así como de rockstar gracias a sus sonados episodios nocturnos en los que se entremezclaban sexo, drogas y top models. Más centrado y límpio que nunca, Doherty dice un falso adiós a esa etapa con “Grace/Wastelands”. En su primer disco en solitario, ya no se hace llamar por su diminutivo, sino que ahora es Peter. Doherty ha crecido y lo demuestra con la riqueza lírica de sus temas y su peculiar forma de cantar. Lejano al concepto jam del “Down in Albion”, la producción de Stephen Street ha convertido a este disco en una especie de íntima sesión acústica. La preciosa “Arcady” abre de manera magistral el disco y hace que los temores de disipen. Una pequeña pieza acústica en el que se muestra desnudo y desprovisto de toda esa actitud destroyer que ha hecho que muchos prejuzguen sus composiciones. “Last of the English Roses” ha sido la elegida para representar el lanzamiento del disco. Uno de los pocos temas del disco en que el deje de The Libertines queda al descubierto, así como en la aparición fantasma como letrista de la otra cabeza pensante de la extinta banda Carl Bârat en “A Little Death Around The Eyes”. Aunque conocida por sus seguidores gracias a una demo que circuló por la red durante el último año, “1939 Returning” gana presencia en su versión de estudio. El desdichado y decrépito crooner de típico bar inglés que nos muestra Peter en “Sweet By and By” es una sorpresa muy satisfactoria que esperemos continúe explotando en sus futuros trabajos. Las canciones se suceden entre la carga emotiva de “I Am The Rain” (uno de los mejores temas de Doherty) y las excelentes “Broken Love Song” y “New Love Grows on Trees”, hasta llegar al precioso cuento para no dormir que es “Lady Don’t Fall Backwards”. De la publicitada colaboración con Amy Winehouse nada queda, pero este “Grace/Wastelands” no cojea por su ausencia. Aunque sí que podría haber sido la pieza que hubiese convertido este disco en excelente.
8/10