La historia de los trasandinos con nuestro país es larga. De hecho, extraña que su nombre no haya figurado en las versiones anteriores del festival, pero este año fue la revancha y Adrián y compañía llegaron al Itaú Stage para poner a prueba hasta a los más valientes.
Veintiocho grados -a la sombra- marcaba la temperatura, que en la elipse se sentían como 40. Sol pegando fuerte, pero los hits también. La banda que se encuentra celebrando sus 25 años de carrera, adecuó su espectáculo y lo convirtió en una metralleta de hits, sobre todo esos más bailables. Casi como si les hubiesen pasado el dato de que el público no superaba los 25 y si de algo tenía ganas, era de bailar.
Desde los primeros tracks se notó que los veinteañeros dominaban la fanaticada, los mismos que se sienten desterrados de los escenarios, tomaron revancha a punta de coros y sudor. Gritos para el vocalista, aplausos prudentes, y una densidad de gente bastante sorprendente para lo terrible que era estar bajo el sol a las dos de la tarde, con toda una jornada de cansancio encima y una que recién partía.
Aún así, Babasónicos pasó la prueba ante miles de personas que buscaban la manera de cubrirse la cara, e incluso, llegó hasta la euforia con canciones que en nuestro país pegaron tan fuerte como lo hacía el sol.
‘Putita’, ‘Carismático’ y ‘Yegua’: tripleta ganadora para cerrar un espectáculo que todos pedíamos que terminara pronto, y no por la banda que teníamos enfrente, si no por el sacrificio que significa ese escenario a esa hora en particular, y que ha dejado sudadas experiencias pasadas, como le tocó a Hot Chip hace algunos años.