Fue todo como un disparo letal, tanto la presentación como la fiesta en el público, el excelente show de los locales Magaly Fields, con una presentación visceral y brutal que no dejó indiferente a nadie. La dupla compuesta por Tomas Stewart en voz y guitarra, junto a Diego Cifuentes, voz y batería, no dieron respiro al Lotus Stage que en cualquier segundo explotaba gracias al poderío del dúo.
Con una actitud digna de copiar y con muchos más huevos que otras bandas, los Magaly parecían sonar como una muralla, derrochando energía en cada segundo y que se impregnaba fácilmente en el público, que no dudó en saltar y armar pogos con el sucio rock and roll que cultivan los nacionales.
La guitarra con la batería parecían no callar nunca, cada rasqueteo y golpe se hacían más fuerte uno tras otro. Con un ritmo bastante rabioso y potente, la dupla canalizó toda una sonoridad brutal, que oscilaba entre el rockabilly y el clásico rocanrol, quedando demostrado en canciones como ‘Mar’ y en la excelente ‘El Tiro’.
Agradecidos de estar en el festival, la dupla entregó todo en cada canción (tónica que marcó la pauta durante todo el sábado en las propuestas contenidas en el Lotus Stage), haciendo que cada una fuera más brava que la anterior. La presentación no tocó techo en ningún momento, porque Magaly Fields lo rompió, con una puesta en escena más que justa y necesaria para una jornada que estuvo marcada por sonidos más suaves, electrónicos y pistas grabadas. El rock and roll jamás pasará de moda, siempre y cuando tenga embajadores tan brutales como los propios Magaly Fields.