Ver a The Holydrug Couple en vivo siempre es una experiencia, y el nivel musical que presentan pudo sopesar la cantidad de problemas a los que se enfrentaron durante su última fecha en la fiesta a cargo de La Roma realizada el pasado sábado 28 de noviembre en el Centro El Cerro y presentado por nuestros amigos de Heineken.
Un atraso de más de una hora y una asistencia que no superaba las treinta personas -y con muchas de ellas prefiriendo estar en una conversación en la pileta del lugar que frente al re-ubicado escenario del recinto- fue la primera imagen con la que la banda nacional se encontró al salir en escena.
Los músicos tuvieron un repaso envidiable por los lanzamientos que los han llevado a girar por Europa y ser reconocidos como uno de los creadores de música para soñar más relevantes de esta parte del mundo, sin embargo, tal como el ejercicio de dormir: cuesta mucho más hacerlo cuando se te olvida apagar la televisión – y algo así se sentía tratar de escuchar el setlist de The Holydrug Couple en esta pasada.
El concepto de fiesta es entendible, lo que cuesta comprender es cómo no existe el respeto por la experiencia del que está a tu lado, y más cuesta entenderlo cuando quienes están sobre el escenario son uno de los buenos exponentes chilenos de la actualidad, que con un talento palpable y cargados de puntos altos de psicodelia no hacen más que invitar a sentir lo que está pasando y dejar de conversar, por al menos, una canción.
La cohesión de la banda pudo más y dejaron en claro una vez más que el vivo que presentan no tiene margen para errores de principiantes: sonidos de calidad para una noche que recién comenzaba a recibir a los asistentes más entusiasmados que, poco a poco, se empezaban a fusionar con la atmósfera flotante que dejan los chilenos, tras concluir sus presentación llena de canciones que llevaron al Centro El Cerro de un estado a otro, sin siquiera percibirlo.
Un poco de mejor suerte tuvo Roberto Lange en su debut en Chile. Siguiendo con la línea de los responsables de ‘Dreamy’, el músico nacido en Estados Unidos pero de origen ecuatoriano, convirtió el recinto en una nave lista para despegar donde sólo se necesitó la guía de dos misteriosos seres brillantes que no se aburrieron de bailar sublimemente alrededor de Helado Negro.
La emotividad del músico al hablar de la cotidianidad, del amor más pasional y su eventual desgaste y final, se reflejó en cada interpretación que demostró por qué Roberto es uno de los exponentes considerados como los encargados de redefinir el concepto de cultura latina al interior de Estados Unidos.
Una intimidad entregada desde el primer track hasta el final del viaje, del que cada intervención con el público fue una parada de realidad donde el músico agradeció la recepción del Centro El Cerro que desde la tercera fila hacia atrás no era más que la clásica conversación eterna entre aquellos que sólo van en el rol de ser invitados a una fiesta.
Piezas como ‘Segundo Día’, ‘Dance Ghost’ y ‘Junes’ hicieron de La Roma una buena pista de baile que los seres acompañantes del músico supieron disfrutar tanto como aquellos que se tomaron el tiempo para escuchar.
Lo de Roberto es hipnótico y seductor, tal como sus trabajos Invisible Life y Double Youth demuestran, mismos lanzamientos en los que el erradicado en Brooklyn se ha arriesgado a mezclas electrónicas y de vanguardia que no olvidan ningún segundo que son creadas por un descendiente de latinos, criado en una húmeda y cálida Florida, donde sus vecinos y compañeros de aventuras dejaron en herencia un spanglish que hoy inunda sus piezas.
Esa raíz que el estadounidense se rehúsa a perder, y por el contrario, quiere potenciar a lo largo de sus entregas, explota en El Cerro cuando es el turno de ‘Young, Latin & Proud’, una de las canciones más reconocidas de Helado Negro que por estas alturas, ya suena como himno festivalero en países del cono sur, y que termina resumiendo toda la apuesta del compositor: lo mejor de dos mundos en un proyecto lleno de vanguardia, astucia, y elegancia disco.
Con una fiesta armada a cargo del cantante que no escatimo en espléndidos pasos de baile, La Roma recibió a los djs Andrea Paz y Vicente Sanfuentes quienes acompañaron a los asistentes por horas de sonidos electrónicos, como lo vienen haciendo hace un tiempo en las principales pistas del país.
Como aseguraba la producción en sus redes sociales, una de las mejores fechas de La Roma se vivió el sábado, al menos, musicalmente hablando.
Fotos * La Roma