El pasado 30 de marzo, Jay-Z junto a su séquito de colegas musicales -y ahora de negocios- aseguró tener la fórmula para “re-establecer el valor de la música” gracias a su servicio de streaming, TIDAL. Desde aquel día donde Beyoncé, Rihanna, Chris Martin, Jack White y Win Butler presentaban el nuevo servicio ya han pasado tres semanas, y con la caída del fervor inicial, comenzaron a aparecer los verdaderos números respecto al programa que ofrece mayor calidad de reproducción musical.
Al momento de ser lanzado en el App Store, la posición que ocupaba TIDAL era la 27 en el ranking general, mientras que en la categoría de app musicales alcanzó el cuarto lugar; hoy la historia da un vuelco y las preferencias de los consumidores dejaron a la apuesta del rapero en el lugar 872 del ranking general y en un lejano 51 puesto en su rama. Una baja que sus competidores directos -Pandora y Spotify- no han enfrentado ni siquiera con la cartera llena de artistas, las constantes críticas y la excesiva publicidad con la que llegó el servicio del intérprete de ‘99 Problems’.
Jay-z, quien ha sabido construir su fortuna a base de apuestas tanto musicales como directamente relacionadas con la industria, a través de la producción y difusión, ya está tratando de resolver el dolor de cabeza que ha significado la derrota de alguien que en gran parte sólo ha disfrutado éxitos; 25 empleados ya fueron despedidos de la empresa justificando “la medida como una técnica para atender a los departamentos que necesitan más apoyo humano y monetario”, como explicó el Bussiness Insider. Por otra parte, la mano derecha del empresario y músico, Kanye West, quien es parte importante del proceso de creación de TIDAL, ha decidido opinar sobre el fracaso a su manera, eliminando todos los tweets respecto al servicio e incluso aquellos que apuntaban a los actuales líderes del streaming.
Seguramente ni Jay-z, ni mucho menos Kanye West abandonarán el proyecto que por el momento ha dejado sólo números rojos. West, quien llamó la atención con el acto de eliminar todo lo relacionado al programa, responde con una simple frase que nos lleva a pensar que no se dará por vencido respecto a este desafío: “El amor de la música es mucho más fuerte que las palabras”.