Hablar sobre un concierto tan esperado como el de Blur podría tornarse bastante tedioso, incluso cliché si se menciona la “deuda histórica”. Lo que sucedió este jueves 7 de noviembre en la Pista Atlética del Estadio Nacional fue más bien el fin de la espera de una generación completa que vio quebrada la posibilidad de verlos a fines del siglo pasado, época brillante para la banda entre “Blur” (1997) y “13” (1999).
Aquella visita, catorce primaveras atrás, fue truncada como una forma de prevenir manifestaciones y conductas hostiles por parte de los seguidores de Augusto Pinochet que en ese tiempo se encontraba detenido en Londres, esperando su extradición a España. Para los más jóvenes (que no cuentan con claros recuerdos de la época) esto puede resultar gracioso, pero en ese 1999 también fueron coartados los conciertos de Iron Maiden y Jamiroquai. Este 2013 jugó como un año de venganza contra la historia política de Chile y el destino premió a los pacientes que, al fin, se agolparon afuera del recinto que comenzó a llenarse a eso de las cinco de la tarde.
Ellos fueron los testigos del debut de Coffeehouse en dicho escenario; un momento que será más recordado por los músicos que por los asistentes, quienes sólo esperaban el arribo de los ingleses. Luego, bajo el sol y a las 20:00 hrs. en punto, el escenario le perteneció a Beck. En casi una hora, el compositor pasó por la parte más colorida de su repertorio: ‘Devil’s Haircut’, ‘Qué Onda Güero’, ‘Loser’ y la nueva ‘I Won’t Be Long’, además de un cover de ‘Billie Jean’ que, con problemas de sonido e interpretación desordenada, funcionó más como anécdota divertida dentro de su set.
Cayó la noche y Blur, el plato fuerte de la jornada, salió con unos minutos de retraso. Pero, antes de disparar sus hits, Damon Albarn pidió al público apoyar la campaña de liberación de los treinta activistas de Greenpeace detenidos en el Ártico ruso, entre los que se incluye su amigo Frank Hewtson. Tras estas palabras, ‘Girls & Boys’ llenó la Pista Atlética completa y dio inicio a un show (en un inicio con problemas de amplificación que luego, afortunadamente, desaparecieron) compuesto por éxito tras éxito. Pasaron ‘There’s No Other Way’ y ‘Beetlebum’ antes de que llegara ‘Tender’, clásico que se configuró como uno de los puntos altos de la jornada.
Y aunque muchos extrañaron temas eternos como ‘She’s so High’, la ametralladora siguió disparando himnos de toda aquella generación que estaba ahí presente: ‘Coffee & TV’, ‘Country House’, ‘End of a Century’ y ‘Parklife’ (acompañados por el increíblemente gracioso Phil Daniels), entre otras. El debut del cuarteto en Chile fue redondo: ejecución excelente por parte de Graham Coxon, Alex James y Dave Ronwtree, quienes estuvieron acompañados por cuatro cantantes increíbles en coros y arreglos de bronces que lograron que cada tema sonara enorme, junto a un Damon Albarn que ya dejó atrás los desajustes vocales que estuvieron presentes en algunos puntos desde su reunión con el grupo.
Finalmente, Blur llegó. Pero no como un ejercicio de nostalgia, porque aquella definición implica hablar de un pasado que no volverá, y lo demostrado por los británicos fue un despligue de clásicos eternos. De piezas que nunca se han ido. Ésas que bailas todos los fines de semana, que oyes sin aburrirte mientras vas caminando por las mañana. Dicen que la venganza es mala. En esta oportunidad, sólo es dulce.
SETLIST
1. Girls & Boys
2. Popscene
3. There’s No Other Way
4. Beetlebum
5. Out of Time
6. Trimm Trabb
7. Caramel
8. Coffee & TV
9. Tender
10. To the End
11. Country House
12. Parklife (con Phil Daniels)
13. End of a Century
14. This is a Low
Encore
15. Under the Westway
16. For Tomorrow
17. The Universal
18. Song 2