Finalmente ya es palpable el retorno de TV on the Radio. Luego de un receso gestado el 2009, en el que sus integrantes Kyp Malone y Dave Sitek aprovecharon de incursionar en formato solista, este año pilla al combo norteamericano ofreciéndonos su quinta placa de estudio, titulada “Nine Types Of Light”, sucesora del aclamadísimo “Dear Science” (2008).
Tras escuchar el decálogo de canciones que aloja, la primera hipótesis aspirable a concluir es que el hiato fue una decisión sabia. No han perdido el encanto ni el tino. Su primer track, llamado irónicamente ‘Second Song’ conserva un cierto aire fiestero de fines de los setentas, con una voz altamente influenciada por los Bee Gees. “You” es una suite futurista, pero que destella calidez navegando sobre sutiles olas provocadas por máquinas. También ‘No Future Shock’ y ‘New Cannonball Run’, una sugerente propuesta para la pista de baile, donde desfilan bronces sacados de otra época y que conviven en total comodidad con elementos que, en teoría, no tienen mucho que ver.
La melancólica ‘Killer Crane’ apunta una vez más a una de las grandes cualidades que ostenta TV on the Radio: la de recolectar como arqueólogos diversos aromas, texturas, sonidos, no importando de donde y cuándo provengan, para así entablar su propio lenguaje, en el que juegan con retazos de hip hop, jazz y ritmos furibundos (‘Repetition’), con máquinas e instrumentos acústicos, en una movida que desde el comienzo ha estado desprovista de todo tipo de prejuicios, y que nos otorga enormes satisfacciones.
“Nine Types Of Light” es el documento que atestigua una nueva ruta en la carrera de TV on the Radio. Un camino que se atisba virgen, inexplorado, con miles de espacios que están esperando para ser llenados. El disco nos muestra a una banda que está abierta a llegar a cada recoveco que le ofrezca el mapa musical. No les importan mucho las restricciones y tampoco atienden los límites impuestos en el rock desde tiempos immemoriales. TV on the Radio ha lanzado una gran obra, que ahora ha adquirido mayor importancia tras el lamentable deceso de su bajista, Gerard Smith, a causa de un cáncer. Que la pérdida sea un tributo a su memoria y una motivación para que este proyecto siga en curso.