Hace unos tres años y a razón de su disco “Daybreak”, una revista de rock definía a The Ganjas como “sicodelia con afinación stoner”. Probablemente, ni la primera ni la última vez en que se hizo tal asociación de ideas en relación a su sonido. Un estilo propio, un sello único, pero que jamás hubiera existido de no ser porque su guitarrista y vocalista, Sam Maquieira, fue uno de los miembros fundadores de otra agrupación.
Y es que, seis años antes de aquella cannábica aventura que continúa hasta el día de hoy, hubo otra banda. Un trío de pioneros que ensayaban en los subterráneos de la Estación Mapocho. E, inspirados en referentes como Soundgarden, Black Sabbath y los legendarios Kyuss, abrazaron una afinación, una suciedad y una densidad distintas a lo habitual. Maquieira (guitarra y coros, ex Jusolis), “Comegato” Montenegro (bajo y voz, ex miembro de Necrosis y de otro mítico conjunto, Supersordo) y “Flecha” Arce (baterista, ex Jusolis y entonces integrante de Pánico). Los nombres fundadores de una experiencia conocida como Yajaira.
Aquello ocurrió en 1995, y sus repercusiones duraron once años. Tres discos, un compilado en conjunto con Hielo Negro y dos EPs. El segundo de estos es “Desolazión”, y marca una serie de hitos. La última producción de su carrera, la primera y única bajo el alero de Algo Records -tras una larga alianza con la Corporación Fonográfica Autónoma de Alvaro España y compañía– y un coincidente regreso a los orígenes. Porque tres fueron los que comenzaron esta historia, y tres fueron los que estuvieron ahí para terminarla.
Maquieira y Montenegro, ahora acompañados por Héctor Latapiat en las baquetas, armaron esta postrera producción que respira una dualidad muy curiosa. Porque la afinación y todos los demás elementos siguen ahí. El espíritu stoner no lo puede negar nadie. Pero ahora, se notan pequeños ticks que se explican en los proyectos paralelos: The Ganjas (Sam) y Electrozombie (Comegato). La saturación del sonido, la letanía y los tempos que a momentos se vuelven confusos.
Desde que comienza a sonar el riff de ‘Abre el Camino’, las nucas hacen reverencias por inercia. Pero nada de headbanging metalero, ésta es otra cadencia. Gutural, como siempre, pero no igual. “Lo que había en tu mente ya no será lo mismo”, dicen en ‘Estados Alterados’, y dan en el clavo. “Desolazión” no es ni el mejor ni el peor disco de Yajaira, y de hecho, ni siquiera vale la pena pensarlo en esos términos. Es mejor escucharlo y disfrutarlo como lo que es: el último viaje de tres músicos, y los buenos recuerdos que dejan.
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Video: Yajaira – Abre el Camino