En 1996, Yasir Arafat es elegido Presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Estados Unidos lanza dos ataques con 44 misiles contra Iraq, Bill Clinton se adjudica la presidencia y –por primera vez- el término ‘Nueva Economía’ es acuñado en un medio de comunicación, el BussinesWeek.
El mundo sigue girando, trasladándose a saltos hacia la debacle, y Rage Against The Machine, el 16 de abril del mismo año, nos lo restriega en la cara. Para que no se nos olvide. Para evitar, muchas veces sin éxito, que nos coma la máquina.
Y hemos tenido ganas de gritarlo, de subir el volumen y cantarlo. Evil Empire es una puerta, un gancho. Una pieza de once tracks que indica que tu rabia, descontento o frustración no es extraña. Que tiene bases, que se perpetúa hasta ahora, y que posiblemente continuará desembocando en algo peor.
FYI: Para los que creen en el periodismo ciudadano. Lo siento, sólo haces el trabajo de los otros más fácil. Para los que están seguros que somos un país desarrollado, porque podemos conseguir rápidamente un iPad con 36 cuotas en una Visa. Te están metiendo la mano en un lugar de tu cuerpo que no se ve con la luz del sol. Los mineros no son héroes. No celebres en Plaza Italia. Son víctimas. Enójate. Reclama. Pero no te quedes callado. Es lo peor que puedes hacer. Si ya no te molesta, estás perdido. Te engulló el imperio.