Por si hacía alguna falta, este “Hawk” saca de dudas a todos aquellos descreídos que pensaban que la unió entre el líder de Screaming Trees y la que fuera vocalista femenina de Belle and Sebastian era flor de un día. Puede que la combinación haya perdido el factor sorpresa con el que nos golpearon en “Ballad of the Broken Seas”, pero la composición y la interpretación siguen siendo impecables, confirmándose como la pareja musical más sexy de los últimos años.
“We Die and See Beauty Reign” nos da la bienvenida (una vez más) a un mundo tan atormentado como sensual, heredero directo del que Lee Hazlewood y Nancy Sinatra crearon a finales de los sesenta con el seminal “Nancy & Lee”. Estos paisajes se ven claramente durante todo el disco, especialmente en las preciosas “Time of the Season” y “Eyes of Green”.
La pareja se convierte por momentos en trío con la participación de Willy Mason. Tras sorprendernos con “Where the Humans Eat”, el neoyorquino contribuye con su personal voz en dos temas “Cool Water” y “No Place to Fall” (junto a “Snake Song”, las dos canciones de Townes Van Zandt que aparecen en el álbum), pero no logra acercarse al poderío de Lanegan y su colaboración queda como mera anécdota.
Aunque Isobel Campbell sea la cabeza pensante del proyecto (a su cargo corren las labores de composición y producción), es Mark Lanegan el que adopta un papel más protagonista durante este “Hawk”. Aspecto que se demuestra en “You Won’t Let Me Down Again” y en la sorprendente y viril “Get Behind”, pieza en la que llega a coquetear de manera sureña con ritmos rockabilly.
Por su parte, Isobel extiende su sensualidad en “Sunrise” y “To Hell and Back Again”, explotando cuando se junta a Lanegan en la excepcional “Come Undone”. Una digna sucesora del “Come On Over (Turn Me On)” de su anterior “Sunday at Devil Dirt”, la sensualidad (por no decir sexo) hecha canción. Groarl.