Hoy estrenamos en exclusiva el videoclip de ‘Corazón de Humedal’, el tercer single del nuevo disco de Txakur en colaboración con Fakuta.
Días de novedades para Ariel Acosta, el músico con una década de carrera en proyectos como Martín Pescador y Bainokur. En realidad, la novedad es para quien escuche, pues para Acosta, hacer música es prácticamente una constante y la publicación de un single o el anuncio de un disco, es parte del proceso.
Por estos días supimos que lanzará un nuevo disco bajo el seudónimo de Txakur, un alter ego que, explica, “desarrolla sonoridades ligadas a la electrónica y lo ambiental”. Este nuevo álbum —que le sigue al EP La era de la información del 2018— se titulará Itaca, título inspirado “en el poema del mismo nombre de Constantino Cavafis, ya que me hizo sentido que estas circunstancias anormales me dieran la posibilidad de iniciar el viaje desde mi propia isla”, explica Ariel. Y podremos escucharlo completo a partir del 26 de marzo vía LeRockPsicophonique.
Hoy estrenamos en exclusiva el videoclip de ‘Corazón de Humedal’, dirigido por Cristian Pino Anguita y tercer single de Itaca, inspirado en la revuelta social del 2019, en el que se reúne con su amiga Fakuta.
“¿Cómo se sigue creando cuando ves cómo se desmantela el precario tejido cultural ante tus ojos?”, le pregunto. “Yo creo que la creación de música nunca se detendrá, independiente del estado del tejido cultural en el país”, dice.
“En mi caso, si bien muchas veces uno se pregunta ¿por qué estoy haciendo esto exactamente?, creo que la razón principal es encontrar gozo en actividades fuera del espectro de lo netamente mercantil. Siempre me ha gustado componer, es algo que hago más por una necesidad personal que por un fin específico, llámese vender o querer sonar de tal o cual manera para que el mercado me dé un espacio”.
“Creo que el solo hecho de pasarte los días rodeado de instrumentos y dedicándole tu tiempo a las canciones y a la experimentación ya vale la pena, independiente de donde llegue esa música después. Obviamente editar y publicar es el cierre del ciclo, pero creo que es algo que haría igual aunque nadie lo escuchara, simplemente porque creo que debemos hacer las cosas que nos gustan lo más posible”.
Este nuevo disco, adelanta, estará compuesto de principio a fin solo con sintetizadores, samples y secuencias, con influencias clásicas como “Portishead, Thom Yorke, Boards of Canada y Björk, entre otros”.
‘Kiasu’, el primer single, fue compuesto algunos meses antes del 18 de octubre, “inspirado en aquel lamentable episodio en que una masa de gente le gritaba a un tipo parado arriba del Costanera Center que se tirara, alentándolo a saltar; yo de verdad no podía creerlo, y estaba convencido de que este país no tenía arreglo, menos a nivel moral”, explica.
“El estallido cambió mucho mi forma de pensar, porque siempre fui una persona muy escéptica respecto de la gente y de la cultura en que vivimos. Creo que abrió una grieta en el status quo y por primera vez sentí que quizás podíamos recuperar algo del país que toda la vida habíamos sentido como raptado y moldeado a los intereses de los dueños del fundo. Creo que es un proceso que ha evidenciado la calaña de la gente que nos gobierna, y también lo luminoso y oscuro de los chilenos, aunque aún sigo con algo de escepticismo respecto de la empatía de la gente, especialmente dentro del contexto de la pandemia hoy”.
‘Corazón de humedal’, dice, nace de ese proceso. Según el músico, se trata “de formar parte de una patria maleable que habíamos olvidado que nos pertenecía, a pesar de sentirla raptada durante toda una vida”.
Y vivimos una crisis sin terminar la anterior. Con el fuego en las calles llegó también la pandemia. “Creo que de una u otra manera tendremos que acostumbrarnos a vivir con ella y quizás con las que vengan, acostumbrarnos a esta vulnerabilidad. No me gusta ser idealista y pensar sin fundamentos que todo va a estar bien, porque no veo que la depredación del mundo se vaya a acabar muy pronto, y finalmente es ese modo de concebir el bienestar y la economía lo que nos tiene como estamos”.
Y si de algo estamos seguros en POTQ Magazine, es que todo siempre está muy bien si aparece Fakuta en la ecuación. La relación entre Ariel y Pamela se remonta a la adolescencia. “Éramos vecinos, tocamos en bandas juntos y siempre compartimos una pasión por la música y la creación”.
“Es una persona que admiro mucho por su talento y porque siento que ha recorrido su propio camino en la música sin transar lo que realmente quiere hacer y haciéndolo a su manera y a su ritmo. Eso me parece valorable en esta época en que lo musical está tan supeditado a los números, al retail y a cómo te ves y comportas frente al mercado. La colaboración la hicimos totalmente online, donde ella grabó sus voces en su home studio y me las envió para integrarlas a la canción. Espero que podamos colaborar nuevamente muy pronto”.