A comienzos de año, cuando Inglaterra comenzaba el periodo de cuarentena, los trabajadores y trabajadoras de la música comenzaron a hacer presión para que las autoridades del país tomaran en serio las problemáticas de la industria e incluso emplazaron a los servicios de streaming a distribuir mejor sus ganancias. Todo eso desembocó en el movimiento #BrokenRecord.
La semana pasada, el gobierno de Inglaterra hizo un anuncio que bien podría ser el primer paso para solucionar estos problemas de la industria musical, y que la pandemia solo ha acrecentado.
El gobierno britanico comenzó una investigación sobre el funcionamiento del actual modelo de negocios del streaming, y el impacto que este tiene los artistas y sellos. La idea es investigar si las plataformas de reproducción de música por streaming de Inglaterra están realmente repartiendo bien sus ganancias. Mismas ganancias que el año pasado llegaron a un total de más de £1 billón de libras, lo que se podría traducir en $1.29 billones de dólares.
La investigación se llevará a cabo por un comité especialmente designado para la ocasión, que ha invitado a los trabajadores de la música de toda Inglaterra a enviar evidencia hasta el 16 de noviembre. Por otro lado, el encargado del ya mencionado comité, Julian Knight, ha declarado lo siguiente:
“El éxito de las plataformas de streaming no puede venir a expensas de artistas talentosos pero poco conocidos. Los algoritmos deben ayudar a beneficiar a sus plataformas y generar dinero del stream pero son una herramienta contundente para trabajar en una industria creativa, dañando a los artistas emergentes en particular”.
Actualmente en Inglaterra, se cree que Spotify paga un aproximado de £1 ($1.29 dólares) por cada 250 o 500 streams, mientras que Apple Music, otra gran plataforma en el país europeo, paga la misma cantidad por un aproximado de 170 streams. Las ganancias se reparten entre todos los involucrados, siendo los artistas quienes reciben poco más del 13% de lo recaudado.